Por Orlando Ñañez. Lic.Politólogo UdelC.
Del maestro Alfredo Molano (q.e.p.d) al menos guardamos valiosa memoria. El Empedernido andariego rural comprometió toda su vida a hacernos conocer las afugias, necesidades e idiosincrasias de nuestros campesinos, indígenas y afros, las que documentó magistralmente en numerosos libros nacidos en arriesgadas travesías, muchas veces en medio de agrestes parajes en los que no faltaban los grupos armados o las peligrosas amenazas de la Colombia profunda. Molano, sociólogo de la Universidad Nacional y alumno de École Práctique de Hautes Études de París fue profesor de universidades, colaborador de varias revistas y director de series de televisión, obteniendo los premios de Periodismo Simón Bolívar, el Nacional de Ciencias Humanas y el premio del Libro de Colcultura. En sus últimos años hizo parte del tribunal de Justicia Especial de Paz. Varias de las investigaciones y difusiones de la Colombia profunda las hizo en la compañía de la valiente bióloga y economista Constanza Ramirez Silva caminando territorios difíciles y selváticos durante muchos años. De ese interesante equipo resultaron bellos y valiosos documentos como Apaporis, Viaje a la Última Selva. El trabajo de campo de Constanza y su doble formación de Bióloga y Economista, hicieron de ella una experta en la relación entre las economías campesinas y los ecosistemas consagrándose como defensora del medio ambiente y los derechos de los campesinos. Su persistencia y agudeza investigativa le permitieron hace varios años, sentar la tesis, heterodoxa entonces, de la importancia del rol de los campesinos en el desarrollo sostenible del campo, tesis validada hoy en día: el campesinado como clase social organizada y formada con los compromisos y regulaciones adecuadas, está llamado a evitar la deforestación y proteger el medio ambiente. Su reciente reconocimiento como sujetos de derechos hará de su organizaciones y luchas, los protagonistas del cambio que necesita Colombia.
En lo que parecía su muerte hace siete años por el ACV que padeció Constanza, su coraje la hizo una renacida reinventándose en su esencia comunicativa y en sus principios. Desgraciada e irónica fue su reciente partida ocasionada por criminales motorizados que la atropellaron en su huida quitándole la vida al salir de la Feria del Libro pasada. No pudo leer los dos libros recién comprados que seguramente empezaban a incubar emociones en su inquieta mente. Su tesis de la redención campesina y su importante rol en el cambio social, empiezan a ser historia. Baluarte Campesino ya empezó tu proyecto con el entusiasmo necesario de tu fe visionaria Constanza. Descansa en paz.
