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Literatura y sabiduría

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Por Donaldo Mendoza

Nuevos hallazgos. En mi exploración de antiguos recortes de prensa atesorados, esta vez di con dos en donde literatura y sabiduría se fusionan. El primero, “Instrucciones de Shuruppak”, texto sumerio de cuando el ‘papel’ era todavía «tablilla de arcilla», alrededor de 2.500 a.C. Su valor es más de carácter moral que literario. Un ideal moral de clara transculturación con los semitas del Antiguo Testamento (diez mandamientos, proverbios…). Sus temas son el respeto filial, el robo, el asesinato, la administración y organización social del reino… Por su estilo, son textos que emparentan con la antigua sabiduría del próximo Oriente.

Como arriba se dice, esta tradición sumeria viene en formato de «instrucciones». Con la anuencia del ocupado lector, ofrezco esta selecta muestra de sabiduría.

  • Hijo mío, no digas todo lo que se te ocurra, porque hay ojos y oídos por todas partes. Cuida tu boca, no sea que te haga fallar. …y sobre lo que has oído, permanece discreto; porque una palabra es un pájaro, y el que la suelta es necio.
  • Hijo mío, no maldigas el día hasta que hayas visto la noche.
  • Si un rey ignora la ley, su gente caerá en el caos y su país será devastado.
  • Acarreé arena y levanté sal, ¡pero nada más pesado que una deuda!
  • Un zorro orinaba en el mar: “Mi orina llena todo el mar”, dijo.
  • Una enfermedad que se queda sin médico es como una persona hambrienta que se queda sin pan.
  • Cuando se trata de pan para otros, es fácil decir: “Te daré”, pero darlo es otra cuestión.

El segundo documento es «Un poema de hace “27 siglos”», siglo VIII antes de nuestra era; atribuido al poeta chino Kuan-tseu. Memorable pieza, fundante de la tradición literaria de China. Establece una armonía entre Hombre y Naturaleza. Quizá venga de allá la tradición indígena que a la tierra llama «madre», que para el ‘blanco’ es a veces objeto de mofa. Trágica ironía son los incendios, que estuvieron a nada de entrar en Bogotá. La obcecada obstinación nos podría llevar a la extinción. Entre tanto, recordemos el poema chino.

Si das un pescado a un hombre,

se alimentará una vez;

Si le enseñas a pescar,

se alimentará toda su vida

Si tus planes son para un año, siembra trigo.

Si son para diez años, planta un árbol.

Si son para cien años, instruye al pueblo.

Sembrando trigo una vez, cosecharás una vez.

Plantando un árbol, cosecharás diez veces.

Instruyendo al pueblo, cosecharás cien veces.

Kuan-tseu

Se le puede acotar a Kuan-tseu que, de un ciudadano instruido se puede esperar que plante uno o más árboles, no así del necio ignorante. Con una inferencia: el rol del educador en la formación de una conciencia ambiental en los estudiantes es, hoy, fundamental y urgente.

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