domingo, junio 30, 2024
No menu items!
spot_img

Tremendas tempestades

Por: Sebastián Silva-Iragorri

Cuando mi padre, Manuel José Silva Navia, era alcalde de Popayán en 1953 y seguía por convicción a Laureano Gómez, tenía colecciones del periódico El Siglo y mucha literatura sobre resonantes debates del gran líder Conservador en el recinto del Congreso de la República y en otras instancias nacionales e internacionales. Muy niño, en una de mis secretas visitas a su biblioteca encontré un escrito de Guillermo Valencia sobre Laureano Gómez en que lo llamaba “El hombre tempestad, a quien solo se puede amar u odiar”. Me llamó mucho la atención el término “tempestad” y recordé de inmediato relatos de mi madre y mis abuelas sobre las grandes tempestades de Popayán que según leyendas eran producto de metales contenidos en el cerro de “La Tetilla” que atraían los rayos y centellas. Después ya adolescente entendí que las tempestades no solo son físicas sino también mentales, pasionales, espirituales y del alma. Por pasiones políticas se han desencadenado bravas tempestades que generaron incluso guerras civiles y que ahora polarizan profundamente a todos los estratos sociales.

Las tempestades físicas con relámpagos, truenos y rayos que nos producen temor y asustan a los animales cuando son demasiado fuertes, traen en ocasiones emergencias trágicas y parálisis de las actividades ciudadanas. En estos días hemos tenido episodios de gran magnitud por torrenciales lluvias que alimentando al río Cauca rompieron el Dique en el sector de la Mojana parte de Sucre e inundaron vastas regiones, afectando cultivos y dejando cientos de damnificados por estragos en inmuebles y numerosas construcciones. En estos días en Cali se produjo un terrible aguacero que causó inundaciones en diversos barrios de la ciudad y afectaciones en viviendas con daños incluso en sectores rurales dejando cientos de damnificados y lesionados.

En el plano internacional las tempestades siguen siendo las guerras, en especial los graves casos de Rusia y Ucrania e Israel y Hamás. He visto en la televisión durísimas peleas en los parlamentos de Georgia, Taiwán y Bolivia, produciendo unas verdaderas tempestades políticas que arden aún por el sectarismo de los oponentes. El atentado al Primer Ministro de Eslovaquia, Robert Fico, produjo estupor con graves repercusiones políticas en esa zona del mundo.

La mayor tempestad en nuestra Patria ocurrió con la muerte de Gaitán. Después de las espantosas horas de violencia vividas en la capital y otras poblaciones de Colombia cuentan que se desató, cayendo la tarde, una fuerte tempestad en Bogotá que prácticamente terminó con los sangrientos asaltos en las calles.

En estos días hemos tenido asombros y tempestades en el espíritu y el alma al conocer el asesinato del director de la cárcel Modelo de Bogotá que, sin escoltas, sin carro blindado y sin la menor protección sucumbió a una bala de sus asesinos. Este hecho debe generar responsabilidades en varias autoridades hasta el nivel más alto. También ha sido muy doloroso registrar el atentado producido entre Corinto y Miranda que le costó la vida a un menor de edad y con posterioridad al conductor de la motocicleta. Hay pues asombros, estupores y pánicos cuando se presenta un hecho de la naturaleza como tormentas, borrascas, ciclones, huracanes y terremotos y también hay iras, rabias, furias, cuando se tienen que aguantar los ciudadanos de todas las clases, los bloqueos, por ejemplo, que se realizan por cualquier causa sobre la vía panamericana en sectores del Cauca, pero también da rabia cuando el gobierno se quiere entrometer en la dirección de las universidades rompiendo la autonomía universitaria o cuando atenta contra las funciones del Consejo Nacional Electoral para investigar las campañas políticas en relación con la posible violación de los topes electorales.

Reales o no, estas situaciones han producido una catástrofe política con enfrentamientos jurídicos de toda clase.

Tempestades tremendas que solo se apaciguarán con la nítida presencia de claras nubes en el horizonte y de fecundas inteligencias reunidas para conformar un gran Frente Nacional para recuperar otra vez a Colombia.

DEJA TU COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

ARTICULOS RELACIONADOS

NOTAS DE INTERÉS

- Publicidad -spot_img

Comentarios recientes

Diana Bolena Sánchez hoyos en Adán y la primera vez
César Augusto en Filosofía de los Afectos 7
Alvaro Diaz en Madre, en tu día
Fernando Acosta Riveros en Mujeres en el siglo XXI
El Liberal en Loro Orejiamarillo
ALVARO EFREN DIAZ SEDANO en Loro Orejiamarillo
David Fernando Fernández Montilla en Las araucarias mueren de pie
Carlos Alberto Manrique Barrios en Mesa de dialogo de la Cultura y el Turismo en Popayán
Fany bolaños en Majan