El CRIC ha condenado el asesinato de Luis Eduardo Vivas, reconocido médico tradicional de la comunidad indígena Nasa, cuyo cuerpo fue hallado en Páez, Cauca. Autoridades locales y la Guardia Indígena investigan el crimen, mientras el CRIC demanda justicia y sanciones ejemplares para los responsables. Este incidente subraya la vulnerabilidad de los líderes indígenas en Colombia, instando a medidas para garantizar su seguridad y acabar con la impunidad.
POR: REDACCIÓN EL NUEVO LIBERAL
El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) ha manifestado su enérgico rechazo al asesinato de Luis Eduardo Vivas, un respetado médico tradicional y mayor espiritual de la comunidad indígena Nasa. El cuerpo de Vivas fue encontrado en la vereda Moras, del resguardo de Mosoco en el municipio de Páez, Belalcázar, en un hecho que ha conmocionado a toda la región.
Las autoridades locales y la Guardia Indígena han iniciado investigaciones para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este crimen. El CRIC, junto con la comunidad, exige que se haga justicia y que los culpables reciban una sanción ejemplar por este cobarde asesinato.
Luis Eduardo Vivas era conocido no solo en el Cauca, sino también en Putumayo, donde dejó una profunda huella con sus enseñanzas y sabiduría ancestral. Su muerte ha sido recibida con mucho dolor y rabia por quienes valoraban su conocimiento y dedicación a la medicina tradicional indígena.
La comunidad Nasa y otras comunidades indígenas han expresado sus condolencias a la familia de Vivas, así como su compromiso de seguir luchando por la justicia y la protección de sus líderes espirituales y culturales. En un emotivo comunicado, se recordó la importancia de su legado y se enfatizó en la necesidad de garantizar la seguridad de los sabedores indígenas, quienes desempeñan un papel crucial en la preservación de la cultura y el bienestar de sus pueblos.
“Fuerza, fuerza y buen retorno, sabedor Luis. Con mucho sentimiento recibimos la noticia de tu partida indignante”, manifestó un líder de la comunidad Nasa. La indignación y el dolor por la pérdida de Vivas se han extendido más allá de su comunidad inmediata, movilizando a diversas organizaciones y colectivos en demanda de justicia.
Este trágico acontecimiento subraya la continua vulnerabilidad de los líderes indígenas en Colombia, quienes frecuentemente enfrentan amenazas y violencia debido a su trabajo en defensa de los derechos de sus comunidades y la protección del territorio. El CRIC y otras organizaciones indígenas instan al Gobierno y a las autoridades competentes a tomar medidas efectivas para garantizar la seguridad y protección de los líderes indígenas, así como para poner fin a la impunidad que rodea estos crímenes.
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