Por RODRIGO SOLARTE – rodrigosolarte27@gmail.com
La actual incertidumbre laboral de los trabajadores con el proceso salud enfermedad de quienes llegan o son remitidos al Hospital universitario San José de Popayán, me lleva a contrastar lo vivido en el período de la Pandemia Covid-19 con la situación actual. Comunidades, familias, ciudadanxs y administración Institucional de entonces, en su mayoría agradecieron el sacrificio humano y profesional demostrado desde la atención inicial hasta las UCI ( unidades de cuidados intensivos).
La salud y el trabajo digno como Derechos humanos, no han superado todavía la resistencia de quienes han mercantilizado hasta la vida, y acríticamente ven tal labor como un deber a cumplir como apóstoles en esta sociedad Neoliberal del siglo XXI, movida fundamentalmente por las necesidades creadas por la oferta y la demanda económica como cualquier mercancía.
Nuestro apostolado como médicos y demás trabajadores, se mantiene por la influencia cristiana en las culturas de occidente, utilizado por el poder económico como deber de los trabajadores y fieles, esquivando o incumpliendo los derechos que por ley o fe laica estén establecidos.
Desde la Ley 100 de 1993 con ponencia del congresista Alvaro Uribe Velez, lo público pasó a ser aprovechado por el interés económico privado, que nos llevó como colombianxs a corrupciones como las ya conocidas con las EPS.
Los gobiernos anteriores al presente, conociendo la Constitución política de 1991, los Acuerdos para comenzar a superar las causas estructurales motivantes del largo Conflicto armado, no las aplicaron o simularon hacerlo para aprovecharse ilegalmente de los recursos económicos. Son los mismos que políticamente, con artimañas de toda índole, se opusieron a la Reforma a la salud que será nuevamente presentada al Congreso nacional, y ponen trabas a la LABORAL.
El énfasis en nuestra formación profesional, más técnica que científica y dependiente de orientaciones emanadas en otros contextos tanto nacional como de sus regiones, está en transición gracias a la mayor importancia que a lo público y propio, sin desconocer lo privado, le está dando este primer gobierno del cambio necesario (2022-2026), tan vilipendiado por el poder mediático culturalmente elitista privatizador.
Lo familiar, comunitario, pluricultural y social, van conformando interdisciplinarmente lo curricular que llamamos Interacción con lo grupal y colectivo, más en los primeros niveles de atención, prevención y predicción, los cuales con los procesos en marcha, la investigación científica local y regional e internacional, continuarán actualizando conocimientos para la aplicación a todos los niveles del sistema, dejando lo que bien ha funcionado y administrado sin corrupción.
Grandes han sido los sacrificios económicos de no pocas familias para la formación y capacitación de profesionales en las Ciencias de la salud, y grande la resistencia de quienes como empresarios de la educación se han lucrado, asumiéndola como negocio, no como el DERECHO HUMANO que como el de LA SALUD plantea este gobierno del cambio con justicia para lograr progresivamente la convivencia con la consciente y decidida participación de todos los estratos sociales, culturales y económicos.
Toda vivencia en el contexto que sea deja experiencias, incluyendo la necesaria organización que sin excluir los individuales intereses y vocación, trascienda egoísmos que las mismas políticas privatizadoras han inculcado con el ´´ sálvese quien pueda y como pueda’’.
Los liderazgos individuales existentes, grupales y colectivos en tiempos de crisis múltiples como las que nos está correspondiendo vivir en el planeta como humanidad, se manifiestan desde lo local y específico.
Siendo la vida un proceso de lucha pacífica, informada, fundamentada y decidida con principios y valores compartidos, las resiliencias construidas deben contribuir a encontrar alternativas de solución que satisfagan, así sean no definitivas, tanto las necesidades colectivas de quienes nos requieran o necesiten como profesionales de la salud en este caso, con el arte, cienficidad y humanidad que compartamos, centrados en el Ser humanos que somos.
