Fiestas de Pubenza en Popayán con un desfile Retro que despertó la nostalgia en las calles de la ciudad con más de 150 participantes con vehículos antiguos.
Por REDACCIÓN EL NUEVO LIBERAL
En un espectáculo que fusionó la elegancia del pasado con la alegría del presente, las Fiestas de Pubenza en Popayán el 7 de enero, se vieron impregnadas de nostalgia con el desfile de carros, motos y bicicletas antiguas. El recorrido, que partió desde la Glorieta de la Chirimía hasta el Centro Comercial Campanario, cautivó a los espectadores y transportó a la ciudad a través de las épocas.
Más de 150 participantes, orgullosos propietarios de vehículos clásicos, exhibieron sus joyas sobre ruedas, recreando un colorido y evocador viaje en el tiempo. Las calles vibraron con la emoción de los payaneses que se involucraron en la estética vintage, admirando la cuidada restauración de automóviles, motocicletas y bicicletas que han marcado hitos en la historia del transporte.
El desfile no solo fue una exhibición de vehículos antiguos, sino también un testimonio de la pasión y dedicación de sus propietarios. Cada automóvil, cada moto y cada bicicleta contaban una historia única, recordando a los asistentes la evolución de la movilidad y la elegancia a lo largo de los años.
Desde clásicos automóviles con líneas elegantes hasta motocicletas vintage que rugieron con nostalgia, el desfile destacó la diversidad de la colección de los participantes. Los espectadores, de todas las edades, se sumergieron en la experiencia, disfrutando de la estética retro y compartiendo anécdotas sobre modelos que evocaron recuerdos entrañables.
El evento no solo celebró la pasión por los vehículos clásicos, sino que también reforzó el sentido de comunidad en Popayán. La interacción entre participantes y espectadores creó un ambiente festivo y amigable, donde la admiración por la historia sobre ruedas se convirtió en un punto de conexión para todos.
En resumen, el desfile de carros, motos y bicicletas antiguas durante las Fiestas de Pubenza en Popayán no solo fue un espectáculo visual, sino una experiencia que trascendió el tiempo y conectó generaciones. La nostalgia, la elegancia y la camaradería se fusionaron para crear un evento inolvidable que añadió un toque retro a las celebraciones festivas en la ciudad.
