Por Jesús Fernando Vega Muñoz Pbro
En este domingo que celebramos la Santísima Trinidad Qué bueno recordar que Dios salva en lo cotidiano, Qué bueno mirar hacia el Horizonte y poder subir a lo más alto y poder ver todo lo que nos rodea, aquello que nos puede acercar cada vez más a Dios o aquello que nos quiere hacernos daño por eso es bueno subir a la montaña y mirar a ese Dios trino, a ese Dios con el cual en algún momento de nuestra vida nos vamos a encontrar por eso vemos en Dios trino aquel que nos puede salvar Y que además nos enseña el camino que debemos seguir.
Por eso el subir a la montaña es el encuentro personal con Dios trino, con Dios que se revela, que se hace presente a los discípulos, a los 11. Es ahí en la montaña donde se transfigura y se escucha la voz del Padre Celestial Este es mi Hijo amado en quién me complazco
Ahora, una vez más, en un monte, habla de sí mismo como el Kyrios que recibe todo del Padre y como del Hijo unido al Padre por el Espíritu.
Enseguida el Kyrios, este Señor sufriente y ahora omnipotente, expresa su determinación.
Les dice: Vayan…. Y le dice a los discípulos bauticen en el nombre del Padre, en ese corazón que late en todo el mundo y del Hijo, en la fragilidad de un Dios que se hace hombre por nosotros y del Espíritu Santo, que es el dador de vida y que procede del padre y del hijo
Tres sujetos que vibran de cariño, de familia, de vínculos. El ir a bautizar, enseñar, proclamar, debe ser para nosotros fuente de alegría y gozo, por eso, debemos buscar al Señor cada día en lo cotidiano en lo que nosotros cada día vamos haciendo en los tropiezos y en Las alegrías en los días de sol y los nublados tristes Pues él está cada día con nosotros Nunca nos deja por eso debemos estar alegres porque él nos ampara.
Es ahí donde está la promesa final Yo estaré con ustedes hasta los últimos días.
Es admirable y nunca podremos comprender bien el misterio de esas tres Personas llenas de vida, trascendentes, plenamente unidas entre sí.
Un Dios cercano, que elige, que libera, que salva, que nos hace sus hijos.
todos somos trinitarios, que estamos invadidos del amor y la cercanía de ese Dios Trino, de ese Dios amor.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo….
