Por: Cayo Betancourt – cayobetancourt@gmail.com – @cayobetancourt
En septiembre de 1986 inicié un camino que lleva casi cuatro décadas, estaba en noveno grado y el Taekwondo se ofrecía como un deporte para iniciar, aunque en mi casa había una gran cantidad de implementos deportivos de diferentes disciplinas debido al trabajo de mi padre el Prof, Betancourt, nunca me incliné por alguno de ellos. Al ingresar al salón de prácticas, conocí a quien es mi maestro Jaime Realpe y a mis compañeros de equipo, entre ellos al hoy maestro Hermes Quijano quien ha estado al frente del equipo de la Universidad del Cauca desde el año 2001, equipo que dirigí desde 1993 hasta el año 2000 gracias a la oportunidad de trabajar con Manuel José Hurtado, uno de los grandes líderes en mi carrera profesional. En el anuario de Real Colegio San Francisco de Asís en 1990 escribí que buscaría un cupo para los juegos olímpicos, para lo cual trabajé fuerte los años siguientes, algo que no conseguí a pesar de los esfuerzos y dificultades. En este camino lloré dos veces, una en 1998 en el campeonato nacional en Bucaramanga cuando perdí finalmente las posibilidades y otra en Sydney frente al parque olímpico en 2012. Uno de los factores de éxito del equipo fue la disciplina, entrenamiento diario y pasión por las metas a largo plazo, donde cada persona contribuía a una meta general.
La disciplina es fundamental para conseguir metas a largo plazo, cuando usted se propone lograr un objetivo, este debe ser específico, alcanzable, medible, relevante y definido en el tiempo entre otras características. Algunas veces definir las metas requiere identificar patrones particulares y encontrar dificultades en el camino puede hacer cambiar de rumbo el barco, lo importante es identificar estos patrones y tener la conciencia que las circunstancias pueden cambiar. Un ejemplo de la perseverancia y sus resultados es la tabla periódica propuesta por Dimitri Mendeleyev en 1865 con los elementos conocidos en la época, dejando espacios para aquellos que posiblemente se descubrirían después. La voluntad férrea por sus metas lo llevó en un viaje con su madre en 1849 a través de Rusia desde Siberia hasta Moscú, donde la universidad con el mismo nombre lo rechazó, continuando su viaje a San Petesburgo donde estudió en el Main Pedagogical Institute. Aunque puede parecer un ejemplo extremo de perseverancia, muestra como una meta puede conseguirse inclusive con diferentes inconvenientes.
Un elemento fundamental para conseguir metas a largo plazo es la pasión, lo cual puede observarse en pequeñas acciones que contribuyen a conseguir los objetivos. Cuando las personas disfrutan sus actividades, estas hacen parte de la motivación y crean lazos fuertes para repetirlas y lograr una mejora continua que lleva a la maestría. Pero ¿Qué sucede cuando las tareas no generan motivación y tienen componentes externos que contribuyen a un entorno negativo? La respuesta más común es la procrastinación, que posterga la ejecución en horas, días y generalmente produce un resultado de baja calidad porque se pierde la atención por los detalles. En este contexto, es fundamental entender cómo estas tareas contribuyen con una meta a largo plazo para visualizar el resultado mejorando la actitud hacia aquellos puntos que no se disfrutan instantáneamente. Hace varios años hablé con un maratonista que despertaba todos los días a las cuatro de la mañana para correr antes de ir al trabajo, me decía que levantarse cada mañana y cargar con el cansancio del día anterior no es una tarea fácil pero visualizar los resultados en el mediano y largo plazo lo motivaba a continuar con la disciplina diaria.
Finalmente, cada semana practico Taekwondo al menos una o dos veces con mi Prof. John Herrera, para continuar el camino de aprendizaje que inicié tiempo atrás.
