Por: Harold Mosquera Rivas
Del total de jugadores que integran la selección Colombia que participa en la Copa América de estados Unidos, 5 son chocoanos, Deiver Machado, que es de Tadó, Jhon Arias que es de Quibdó, Yaser Asprilla es del Bajo Baudó, Jhon Córdoba es de Istmina y Carlos Cuesta es de Quibdó. Sin embargo, a pesar de la alegría que estos muchachos traen al país, al igual que los jugadores caucanos. La suerte de nuestros departamentos, poco o nada tiene que ver con esa significativa representación. Hace poco tuve ocasión de participar en una audiencia judicial virtual que realizaba un Juez Administrativo de Quibdó, pero los testigos convocados a declarar, estaban en un municipio conocido como Pizarro (Bajo Baudó). Se necesitaron dos horas de espera para que, fuera posible que, el lugar donde estaban ubicados los testigos, contara con servicio de energía y acceso a internet. Una vez iniciada la audiencia, se cayó el servicio de energía y tan solo se pudo tener contacto con los testigos por 3 minutos más, hasta donde la UPS lo permitió. Después de otra hora de espera, por fin se pudo recibir la declaración de un testigo y en eso se acabó la jornada judicial. El despacho programó la siguiente audiencia, para seis meses después, por la congestión que tiene de procesos y como en total son 5 testigos, pasarán más de 2 años, antes que se puedan practicar esas pruebas testimoniales, que en Popayán o Cali se recibirían en una mañana o en una tarde. Así mismo, cuando se visita cualquier municipio del Chocó, el acceso al agua potable, es difícil, pues no tienen un sistema de acueducto sólido, a pesar de tener ríos por doquier y lluvias casi que todo el año. Resulta difícil entender por qué esta región tan importante para el país, se encuentra en tal grado de abandono, las vías de acceso hacia el Chocó, se encuentran en mal estado, hace poco tuvimos ocasión de ver cómo, por derrumbes en la misma, varios vehículos fueron arrasados por derrumbes previsibles, que se tradujeron en decenas de personas muertas, muchos de los cuales salían del Chocó a buscar servicios de salud en Medellín, Cali o Bogotá, porque no hay en ese departamento un Hospital en el que puedan atenderse las patologías que de manera recurrente afectan a sus habitantes. Hace falta mayor y más eficiente inversión nacional para el Chocó, al igual que para el Cauca, se requiere que, lo poco que se destina para esa región, no de diluya en las manos de los corruptos que, con su proceder agravan la situación de los chocoanos. Mientras la selección Colombia, avanza con éxito en la Copa América, de la mano de las estrellas chocoanas, miles de sus paisanos ni siquiera podrán seguir dl directo los partidos, por falta de televisión o de energía. Esperemos que nuestro equipo llegue a la final del torneo y que el Chocó, la prosperidad abunde en proporción a sus riquezas naturales y sus talentos personales y profesionales.
