El Día Mundial de la Poesía, conmemorado hoy 21 de marzo, nos ofrece una oportunidad invaluable para reflexionar sobre el papel y la influencia de esta forma de expresión artística en nuestras vidas y en la sociedad en general. La poesía, a lo largo de la historia, ha demostrado ser mucho más que simples palabras en papel; es un medio poderoso que nos conecta con nuestras emociones más profundas, que nos invita a explorar la complejidad del ser humano y que nos transporta a mundos imaginarios y simbólicos.
En esta celebración, es importante reconocer el papel crucial que desempeña la poesía en la promoción y preservación de la diversidad lingüística y cultural. A través de sus versos, la poesía nos acerca a diferentes culturas, nos invita a explorar idiomas desconocidos y nos permite comprender la riqueza y la complejidad de la experiencia humana en todas sus manifestaciones.
Sin embargo, mientras reflexionamos sobre la belleza y el poder de la poesía, no podemos ignorar las realidades desgarradoras que enfrentan muchas comunidades en todo el mundo, especialmente las comunidades indígenas del Cauca y otras regiones de Colombia. El reciente asesinato de Carmelina Yule Paví, una mayora nasa, es un trágico suceso más de los retos y peligros que enfrentan estas comunidades hermanas en su lucha por la defensa de sus territorios, la vida, la justicia y la protección de sus derechos humanos. Pero también forman parte de ese viacrucis los asesinatos de campesinos líderes en Cajibío, en Silvia con desplazamiento forzado, en Argelia, estudiantes retenidos, en fin cuanta gente en este Cauca cargando un viacrucis generado por los grupos armados en la región.
El contraste entre la celebración del Día Mundial de la Poesía y la Semana Santa con la realidad del viacrucis que viven las comunidades del Cauca es impactante y profundamente doloroso. Mientras que la Semana Santa nos invita a reflexionar sobre el sufrimiento y la redención a través de la historia de Jesucristo, las comunidades del Cauca enfrentan un viacrucis propio marcado por la violencia, la pérdida de líderes y lideresas y la lucha por la supervivencia y la justicia.
En este contexto, es fundamental que reconozcamos nuestra responsabilidad como sociedad para abordar y enfrentar estas injusticias. La poesía, con su capacidad para inspirar empatía, compasión y solidaridad, puede desempeñar un papel importante en este proceso. A través de la poesía, podemos elevar las voces de aquellos que han sido silenciados, honrar la memoria de los caídos y trabajar juntos por la defensa de la vida siempre.
