La reciente decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de escuchar en calidad de testigo a Dairo Antonio Úsuga, conocido como ‘Otoniel’, en el centro de detención en el que se encuentra recluido en Estados Unidos, plantea una serie de interrogantes y reflexiones críticas sobre la naturaleza misma de la justicia transicional y su papel en la búsqueda de la verdad en contextos marcados por conflictos armados y violaciones a los derechos humanos.
‘Otoniel’, identificado como máximo líder del Clan del Golfo y extraditado a Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico, ahora se enfrenta al escrutinio de la JEP respecto a crímenes cometidos en Colombia, como los ‘falsos positivos’ y la persecución de miembros del partido de izquierda Unión Patriótica.
En este contexto, surgen preguntas cruciales. A estas alturas ¿Cómo se deben articular las responsabilidades individuales en un entorno caracterizado por una violencia estructural arraigada en la sociedad? ¿Hasta qué punto la colaboración de líderes criminales puede contribuir a esclarecer la verdad y, en última instancia, a avanzar hacia la reconciliación nacional y la paz?
La JEP, concebida como una instancia para juzgar crímenes derivados del conflicto armado, para juzgar crímenes de la “extinta” guerrilla de las Farc, de agentes del Estado y de terceros civiles, enfrenta desafíos éticos y legales al intentar establecer una verdad que abarque tanto responsabilidades individuales como colectivas en un contexto de violencia sistémica prolongada. En este sentido, el testimonio de ‘Otoniel’ plantea dilemas fundamentales sobre la responsabilidad y la necesidad imperiosa de esclarecer la verdad como paso esencial hacia la reconciliación nacional.
Es innegable que este caso subraya la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, así como en los esfuerzos de rendición de cuentas por violaciones a los derechos humanos. La extradición de ‘Otoniel’ a Estados Unidos evidencia la complejidad de los procesos de justicia transnacional y la colaboración entre países para enfrentar los desafíos del crimen organizado y la violencia sistémica
Pero sigo con interrogantes si la audiencia con ‘Otoniel’ representa un paso más hacia la verdad, la justicia y la reconciliación en Colombia y sobre los límites y las posibilidades de la justicia transicional en estos casos puesto que, “La justicia transicional es la manera de hacer justicia en contextos de transición política. Cuando se trata de ponerle fin a conflictos armados internos, siendo que sus objetivos esenciales son la negociación política del conflicto y la realización de la justicia ¿Cómo pueden entonces los testimonios de actores como ‘Otoniel’ contribuir efectivamente a la reparación del tejido social y la construcción de una paz duradera?
