Por Jorge Eliecer Ortiz Fernández @jeliecerortiz
Finalmente, a pesar de los grandes esfuerzos que ha realizado el gobierno nacional con suficientes argumentos técnicos y financieros, no fue posible, que el congreso de la república, de manera especial, quienes hacen parte de la oposición, aprobarán la reforma a la salud, que en esencia buscaba la atención preventiva, estrategia, por supuesto, que no es del agrado de los dueños del sistema de salud y por su puesto de la industria farmacéutica, pues es fácil deducir, si no hay potenciales enfermos, pues las IPS , hijas putativas de la EPS, no tendrían los flujos de caja proyectados desde el mismo momento del nacimiento de la ley 100.
Son diversas las tesis emanadas con la promulgación de la citada norma de la salud, unas en positivo y otras en negativo, en resumidas cuentas, como lo dice el refrán “cada cual habla de la fiesta según le vaya”, y en materia de salud existe diversidad de criterios.
Pero bien, en la discusión, lo que los colombianos, nunca podremos dejar pasar, que a cuento de la financiación evidenciada en jornadas políticas a diversos actores beligerantes, ahora se pretenda, montar un galimatías, para vender como catastrófica el hecho de hacer más expedito el pago de los servicios médicos ofertados por las instituciones prestadoras de servicios, para este caso de la línea asistencial, evidentemente, según cifras presentadas por los organismos de control, específicamente por la Contraloría General de la República, “andan” embolatados 9 billones de pesos, en el tránsito tortuoso de los recurso públicos, de las empresas prestadoras de servicios EPS a las IPS. Por supuesto, que los primeros en mostrar los dientes ante el proyecto de la salud sustentado por el gobierno del cambio, pues son nada más y nada menos, quienes en sus “contabilidades” encuentran jugosos aportes para financiarse aspiraciones políticas. Ahora que no se venga con el cuento que lo dicho obedece a cortinas de humo o por retaliaciones del alto gobierno, espejos en el país tenemos muchos, sino, hagamos memoria en lo sucedido con los dineros públicos que se giraban a Saludcoop, todos invertidos en campos de golf, viviendas suntuosas, o acaso, a cuenta de la precariedades de la salud física in atendida por el sistema, perdieron la memoria de los desmanes del Señor Palacino que purga 15 años y 8 meses de cárcel por las indelicadezas en la salud de los colombianos.
Claro, también es cierto, que el actual modelo de salud en Colombia no es tan catastrófico como lo quieren hacer parecer los detractores del actual modelo, no, también existen evidencias respecto a las bondades frente a enfermedades huérfanas y/o catastróficas, son miles de familias colombianas e incluyo la mía, que ha obtenido una atención profesional y oportuna tanto en la atención pre hospitalaria y hospitalaria garantizando calidad de vida a pesar de las circunstancias de salud, entonces, en el tema tenemos la obligación de ser ponderados y actuar con solidaridad, con quienes no han contado con las bondades del sistema de salud en Colombia, entregando a esa población garantías para su atención médica desde lo básico hasta de alta complejidad, y hacer ingentes esfuerzos, así esto no guste a la industria de la medicina, para que se trabaje con mayor ahínco en la prevención de las enfermedades en nuestro país, por supuesto, cómo ya lo dijimos, la estrategia toca la caja de los magnates de la salud, grave problema para avanzar en cualesquiera fuese la reforma que se desee discutir con el congreso, pero finalmente será la obligación de todo los colombianos colocar en la balanza, en una lado el interés de unos pocos para que se sigan lucrando a expensas de la salud de los compatriotas o en el otro lado de la balanza la calidad de vida que todos y cada uno de los compatriotas se merecen en un país que se precia de la equidad , por lo menos es lo que escuchamos en los discursos de los Name, los Valencias, los Cabales, los Uribes etc. etc. etc. jorgeeliecer_ortiz@yahoo.es
