El periódico El Nuevo Liberal conversó con uno de los líderes campesinos sobre la toma de la calle 4° frente al edificio El Carmen de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad del Cauca. Los manifestantes, parte del movimiento de Los Sin Techo, provienen de varios municipios como El Tambo y son desplazados por la violencia. Ante la falta de apoyo gubernamental, decidieron protestar para exigir vivienda digna y atención urgente, recibiendo apoyo de los estudiantes de la Universidad del Cauca.
POR: REDACCIÓN EL NUEVO LIBERAL
El periódico de El Nuevo Liberal conversó con uno de los líderes campesinos del por qué se habían tomado y cerrado la calle 4° al frente del edifico El Carmen de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad del Cauca y han armado un campamento y con guardia campesina. Esto comentó el líder campesino al periódico. Que ellos pertenecen al movimiento de Los Sin Techo y que son gente proveniente de varios municipios como de El Tambo, son desplazados por la violencia pero como no les han dado apoyo tomaron la decisión de actuar por vías de hecho, de tomarse la calle para protestar bajo el lema “Aquí reunidos, todos somos víctimas del conflicto armado”, los manifestantes, pertenecientes al movimiento de Los Sin Techo, alzaron sus voces para exigir vivienda digna y atención urgente por parte del Gobierno Nacional.
Los participantes de la la toma con campamento en la calle de la ciudad de Popayán denunciaron las deplorables condiciones en las que viven. Muchas de las familias están durmiendo en carpas, expuestas a la intemperie y sin acceso a necesidades básicas como alimentos y transporte. “Estamos durmiendo en condiciones vulnerables prácticamente porque no hemos recibido ningún apoyo”, expresó uno de los líderes campesinos. La falta de recursos y la demora en las ayudas prometidas han exacerbado su situación, obligándolos a vivir en un estado de constante incertidumbre y desesperanza.
La principal queja de los manifestantes es la falta de cumplimiento en los pagos de reparación administrativa y la ausencia de apoyo del Departamento de Prosperidad Social el DPS. “Ha habido retrasos con nuestras ayudas y pagos, y eso es lo que nos tiene aquí hoy también”, manifestó el líder del movimiento. La comunidad exige que las autoridades cumplan con las promesas hechas y agilicen los procesos de ayuda para mejorar sus condiciones de vida.
En medio de la protesta, los estudiantes de la Universidad del Cauca han sido un pilar fundamental de apoyo. Los manifestantes han tomado el espacio de la Facultad de Humanidades del Edificio El Carmen, donde los estudiantes han colaborado proporcionando alimentos y ayudando a organizar la olla comunitaria. “Los únicos que nos han dado la mano en Popayán han sido los estudiantes de la Universidad del Cauca”, declaró el líder campesino, destacando la solidaridad y el compromiso de los jóvenes universitarios.
Las exigencias al Gobierno hasta el momento, es que las autoridades locales no han respondido adecuadamente a las demandas de los manifestantes. Ayer, el alcalde de Popayán, Juan Carlos Muñoz Bravo, había prometido reunirse con los líderes de la marcha a las 2 p.m., pero no cumplió con su compromiso. “Pedimos una vivienda digna y que el alcalde tenga la amabilidad de escucharnos”, declaró uno de los manifestantes. Además, hicieron un llamado al departamento del Cauca, a la Gobernación para que tomen acciones concretas y les ofrezcan soluciones sostenibles porque son desplazados del departamento en Popayán.
La toma de la calle 4° y el campamento que han organizado en plena vía es una clara muestra de la desesperación y el sufrimiento de las víctimas del conflicto armado en Colombia. Los manifestantes, que forman parte de la comunidad de Ortigal, solo buscan una oportunidad para reconstruir sus vidas en condiciones dignas. “Queremos que nos organicen, nos den la oportunidad de tener un lugar para nuestras familias, así sea de tabla”, imploró el líder campesino.
El movimiento de Los Sin Techo continuará su protesta hasta que sus demandas sean escuchadas y se tomen medidas efectivas para garantizar sus derechos. “Dios nos bendiga”, concluyó el líder campesino, esperando que las autoridades respondan con compasión y justicia a su llamado desesperado.
