Por: Jesús Alberto Aguilar Guerrero.
Que grato es de rendir homenaje sincero y bonito a personas que surgen y dejan huella en todo el recorrido de su vida; en esta oportunidad en nuestra crónica estamos refiriéndonos al profesor PEREGRINO ANTONIO RUIZ MOLANO, hombre de origen humilde, hijo de Manuel Antonio Ruiz David, de origen pastuso, minero de profesión, que llego a la población de Bolivar Cauca, en los años treinta a raíz de la fiebre del oro, al igual que Pedro Bruitica, Alejandro González, entre otros, donde conoció al amor de su vida Micaela Molano Muñoz, y en ese idilio engendraron diez hijos, Blanca, Lina, Elcira, Adela, Flor, Gloria, Doris, Peregrino, Manuel y Jesús destacándose “Pere Goyito”, como el primogénito, que nació un 14 de enero de 1944, bajo los más esmerados cuidados de la época y se crio en medio de esa familia trabajadora y honesta que para su manutención fundaron una panadería cuyo producto era muy apetecido por los residentes en la cabecera municipal como los campesinos que arribaban por frente a su casa de habitación con las recuas de mulas procedentes de Almaguer y San Sebastián.
Estamos reviviendo el recorrido y trasegar de la existencia de RUIZ MOLANO, que inicio su niñez, en las calles polvorientas y empedradas de su amado Bolivar Cauca, destacándose en la escuela y colegio como uno de los entrañables amigos como lo recuerdan sus congéneres de la época, disfrutando de emociones, alegrías, ansias y sinsabores, en tiempos de navidad y la alocada juventud de estudiantes, en especial en los torneos de futbol cuando se realizaban “los Juegos de Verano”; este gran elemento de la sociedad bolivarense, quien a sus 80 años, deja grandes enseñanzas para muchos los que aprendieron las primeras letras y disfrutaron de sus enseñanzas, al tiempo de disfrutar de su noble amistad que se realiza con el deporte y la música. Nuestro referente, hombre de gran carácter, y grandes virtudes, inicia la docencia después de salir egresado de la extinta Normal Rural Nacional “Marco Fidel Suarez”, en el año 1961, desempeñándose con gran responsabilidad formando muchas generaciones y dejando gratas enseñanzas, bajo los postulados de Carreño, Gaspar Astete, y las cartillas alegría de leer, entre otros, que lo hicieron realizarse como un gran pedagogo, reconocido por los que fueron sus discípulos. Este personaje llega al municipio de Corinto, en donde fue Director de Escuela, haciéndose querer de las gentes que habitaban el casco urbano por su carisma y dedicación a sus quehaceres y por ser amante al futbol y la música; creando encuentros musicales donde se destacaron “varias generaciones” y fundando una estudiantina que deleito a los propios y ha muchas comunidades mas de Cauca y Valle; fue sindicalista y activista por la reivindicación de los docentes, en la gran lucha librada por ese gremio en 1970, por el famoso Estatuto Docente.
Su recuerdo se remonta aún, con su futbol vistoso, ocupando un destacado espacio en los Juegos de verano de Bolivar Cauca, y cuando integraba una de los oncenos más destacados de la época “El Club San Francisco”, cuando corría el año 1963, sobresaliendo con sus gambetas y de ese futbol de la época exquisito de admirar; brillando y siendo reconocido como uno de los gestores de ese importante torneo que se desarrollaba entre los meses de Julio y Agosto, con cuatro equipos que representaban los cuatro barrios que existían en la cabecera municipal de nuestro amado Bolivar. Para completar una mayor información, en una de las grandes crónicas de nuestro paisano y amigo Leonardo Augusto Zúñiga (q.p.d.) que ya nos dejó y que después de que lo acompañe a recopilar una serie de informaciones pudimos constatar que los integrantes del equipo de San Francisco en 1963, estuvo integrado así: PORTEROS: Leonardo Anacona (Gaitán) y Omar Efraín Dorado, DEFENSAS: Jorge Daza, José Samboni, Ñato Samboni, Jairo Dorado Pérez (pambito), Oscar Daza Bedón, MEDIO CAMPO: Manuel Ruiz Molano (El Negro), Adolfo Daza, Edgar Daza Bedón, Jorge Daza, Carlos Daza Bedón, Leonardo Augusto Zúñiga, DELANTEROS: Peregrino Ruiz Molano, Guillermo Daza Bedón, Bolivar Quiñonez, Rolando Rendon y Emigdio Bermeo; teniendo como representante y D.T., a Gerardo Bermeo Velasco (Gervemelas), que siempre alentaba a los jugadores “muchachos perdimos el partido mas no el campeonato”, y el torneo ya se había terminado; sin olvidar a las madrinas que acompañaban al equipo y que hacían parte de las enardecidas barras: Aura Sánchez Sotelo, Lida Cajas, Lucia Cajas, Ana Oliva Dorado, Blanca y Elcira Ruiz Molano, Libia y Fanny Daza, Nohemí y Ligia Bermeo, Mercy Daza.
Pero si estamos refiriéndonos a este gran “guayacán” de ser, que en su avanzada edad ya padece algunas falencias por su edad y que solamente pedimos oración para una pronta recuperación, podemos decir que en su sangre corría la vena musical, destacándose sus tíos, que interpretaron la flauta los instrumentos de cuerda que hacían el deleite interpretando pasillos, bambucos y torbellinos; nuestro homenajeado llega a tocar guitarra, el tiple y la bandola, que con su espíritu musical, fue de los primeros en llegar a muchos hogares con serenatas de sala, arrancando profundos suspiros que dejaban el eco de las canciones que interpretaban; recuerdo que sigue latente para los que pasamos los sesenta años. De esta manera entregamos como “bolsiverdes”, nuestra gratitud y reconocimiento, aún hombre a carta cabal, que siembra en muchos corazones el don de la humildad, la nobleza, el humor, la alegría, sus conocimientos y sus grandes interpretaciones musicales. Amigo Peregrino, la mano de Dios actuara sobre tu ser para una pronta recuperación. Un abrazo fuerte de coterráneo y amigo.
