Por Eduardo Nates López
A sabiendas de que, como en las telenovelas, en este gobierno de Petro cada semana aparece un nuevo episodio más corrupto que el anterior, la mayoría de los críticos de la situación que estamos atravesando -con lo sucedido en la UNGRD- decimos que “el asco” ha llegado a niveles incontrolables.
Las declaraciones de Olmedo López, exdirector de esa entidad, a la directora de la revista SEMANA son aterradoras. El relato de cómo se estructuró el “Conclave” (grupo para ejecutar el concierto para delinquir) es espeluznante. Y la vinculación de funcionarios del gobierno y de congresistas del más alto nivel han conmovido al país. En una de sus frases centrales dice: “El doctor Luis Fernando Velasco, Ministro del Interior, tendrá que explicarle mucho al país…” Y como si nos faltara algo grave, recientes informaciones indican que, al parecer, en el “Conclave”, desde donde se dispensaron las órdenes para corromper congresistas, figuran dos caucanos: Uno de Popayán y otra de Buenos Aires… ¡Qué vergüenza! … De este estigma de corrupción, los paisanos se salvan si Olmedo miente; y si lo hace va preso. Pero él dice tener la verdad y las pruebas con las que pueden condenar a sus superiores que “dieron la orden” y que le garantizan su libertad; Por eso, por ahora, está cantando en las emisoras y espera la tarima de la fiscalía.
Francamente, a estas alturas del partido, no es creíble la frase de Olmedo en el sentido de que: “el presidente no sabía” pretendiendo salvaguardar la inocencia angelical de Gustavo Petro. Si así fuere, la primera reacción de este, tendría que haber sido retirar de su gabinete al ministro Velasco que, según Olmedo, juega el papel de “director de orquesta.” O, por lo menos, hacer algún pronunciamiento referente a su funcionario “en desgracia” … Más aún cuando el fin de semana pasado estuvo durante dos o tres días en la tierra del ministro… (A propósito de la visita del presidente a Morales, comentan algunos “malpensados” que el trágico escenario de los inmuebles destruidos por las explosiones, más que desagrados, lo que le trajo fue recuerdos…). Al regreso, de la reunión con los mandatarios locales, los alcaldes salieron cariacontecidos, pues acudieron en busca de apoyo para algunos proyectos y lo que encontraron fue un discurso sobre la raza cósmica y el mexicano Vasconcellos.
Las expresiones de Olm(i)edo, por cierto, muy nervioso, han conmovido al país entero. Tanto que llega a sentenciar que: … “les sirvo más vivo que muerto” … Sus respuestas son una avalancha que arrasa con ministros, funcionarios, congresistas, despachos, etc., y entre otras cosas, ponen sobre el tapete la validez de la figura jurídica de “el principio de oportunidad” que, creo recordar, fue introducida por el Fiscal Luis Camilo Osorio, con la asesoría del penalista Jaime Granados, haciendo una copia del sistema regente en Puerto Rico. Con ese mecanismo se busca que el (los) implicado(s) en el crimen rompa(n) la cadena de silencio, trayendo al juicio a otros participantes en el delito, que de otra forma hubieran aprovechado esa circunstancia para escabullir las decisiones judiciales; La figura, además de generar escarmiento, apoya el funcionamiento y el alcance de la justicia. Particular inquietud genera la presencia en esa “selección” de nadie menos que el joven presidente de la Comisión de Acusación de la Cámara, Wadith Manzur. Y se reserva para su declaración en la Fiscalía otra serie de nombres que acabarán de estremecer al país… (si es que aún nos queda capacidad de sorpresa).
Desde otro punto de vista, llama poderosamente la atención el mutismo de la Fiscalía General de la Nación que, de todas maneras, debería pronunciarse frente a la conciencia del país, para generar tranquilidad; para parecer ejecutar o al menos dar la sensación de que está enterada del apabullante panorama delictuoso de aplastantes características que oscurece el firmamento y la esperanza en el futuro del país …
