RODRIGO SOLARTE
El todo como país, y sus partes como regiones, entran en los planes sociales, culturales y económicos participativos que con los habitantes, gobiernos locales e Instituciones deciden, para ser cofinanciados por El Estado y comunidades constituidas o en proceso de serlo.
El territorio caucano es privilegiado. Desde la costa pacífica hasta los páramos y volcanes vivimos, tan diversos étnica y culturalmente como nuestra geografía que nos ha alimentado gracias al trabajo campesino de mujeres y hombres con sus familias.
Los supermercados de la ciudad no se abastecen del crecimiento agroindustrial que no se desarrolló, dejando campo libre a lo alternativo que las ciencias agroalimentarias y biológicas aconsejan como saludable y políticamente justas para democratizar la economía con los mismos productores y comercializadores colectivamente organizados.
La apropiación privada de la tierra fértil con la mercantilización de la producción inducida por los valores capitalistas para obtener ganancia económica sin importar LA VIDA y su calidad, los llevó a la exportación más que al prioritario consumo interno de la población, dejando para ella, altos precios o los de menor calidad nutricional e incluso dañinos para la salud, no recibidos por consiguiente por aquellos gobiernos que sí cuidan la calidad alimenticia y nutricional de su gente.
Este tipo de violencia contra la vida humana en los territorios que habiten, dedicados más a la producción industrial desechando lo nativo y orgánico, también nos exige educarnos, más en lo propio para mantener, recuperar y alfabetizar agroalimentariamente con los conocimientos y prácticas que las investigaciones nacionales continuaran proporcionando con la responsabilidad social de los centros investigativos y académicos, tanto públicos como privados y mixtos del país, siendo rigurosos o crítico constructivos con tanta información alimentaria que nos llega por las redes sociales, muchas de ellas, propiedad de los mismos que industrializan la llamada popularmente ´´ COMIDA CHATARRA”.
La revolución pacífica y en marcha, continuada por este Gobierno del cambio elegido para el período constitucional 2022-2026, en época tan crítica para el planeta y la humanidad, con nuestro presidente Gustavo Petro, vicepresidenta Francia Marquez , equipos y talentos humanos comprometidos con la Vida y la Justicia social integral el Estado colombiano y Regiones que lo conforman, reelegidos o no para el siguiente período, están dejando un legado que será mantenido en prospectiva por un pueblo que a diario ve la necesidad del compromiso permanente para hacer de Colombia una REAL POTENCIA DEFENSORA DE LA VIDA E IMPULSADORA DEL DESARROLLO HUMANO Y TERRITORIAL, venciendo tradiciones guerreristas que la avaricia y el egoísmo han cultivado en conciencias de seres humanos, cuya descendencia y su misma vida les inducirá hacia el cambio positivo de sus vidas.
En lo territorial, el Cauca con su capital Popayán se preparan para celebrar en la siguiente semana de marzo 2024 ( 20-22 ) el Primer encuentro latinoamericano de Turismo comunitario de naturaleza, y en la siguiente, la Semana mayor del catolicismo universal, con su historia de pecados y virtudes, apostolados y sacrificios, que tanto han influido en lo material y espiritual de la historia humana de este continente.
Celebraciones como las anteriores enunciadas y muchas más de este Cauca, ubicado en el Continente de la esperanza y el país de los más bellos del planeta, alegran nuestros espíritus, contagian de optimismo y mayor compromiso con Colombia y quienes administren sin corrupción, con transparencia, los recursos económicos anteriormente dilapidados, mientras se mantenía al país, como uno de los más injustos y violentos del planeta.
Memorias y Tradiciones con la historia, enseñan a las actuales y nuevas generaciones, lo positivo que ha de continuar y lo negativo por corregir, agregando necesariamente la realidad que cada cual interpreta para si, familia y colectividad. Que esas semanas de recogimiento reflexivo, contacto con la naturaleza y tradiciones, tanto culturales como religiosas, las aprovechemos en la mejor forma posible.
