Quiero detenerme en un tema que apareció en los debates en el Senado sobre la Reforma a la Ley estatutaria a la educación en Colombia y es sobre el ERCE ¿qué es eso?
El ERCE es el Estudio Regional Comparativo y Explicativo, como un estudio clave para comprender los factores que influyen en el rendimiento académico. Este estudio, realizado por la UNESCO, Mide los logros de aprendizaje de estudiantes de sistemas educativos de América Latina y el Caribe y se aplicó desde mayo de 2019 en 16 países: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. Los debates sobre la reforma educativa en Colombia ponen de manifiesto la complejidad del tema y la existencia de diversas visiones sobre cómo abordar los desafíos del sistema educativo. Es fundamental que el debate se base en evidencia y argumentos sólidos, considerando los diversos factores que inciden en el rendimiento académico y el bienestar de los estudiantes, pero ¿Qué se espera que aprendan los estudiantes de este continente latinoamericano y del Caribe? Con esa realidad de vulnerabilidad social, de pobreza, conflictos armados, con maestros tan mal pagos, etc.
Al parecer la movilización y el paro de Fecode que tiene en la cuerda floja la iniciativa de la reforma Educativa, al parecer son los que están centrados en el debate como son: La financiación de la educación de la oferta vs. Demanda, la Evaluación docente y la Educación terciaria. Y esto hasta aquí por lo que veo es un debate del orden administrativo de la Educación más no de contenidos y de lo pedagógico.
Pero voy a detenerme en el ERCE, es decir en la medición y control de los logros de aprendizaje de estudiantes del sistema educativo colombiano, porque considero importante cuestionar también si los resultados del ERCE realmente reflejan lo que se espera que aprendan los estudiantes en el siglo XXI.
Esta tendencia tanto del ERCE como en los debates en el congreso, deja entrever una preocupante desconexión entre las políticas educativas y las necesidades reales de los estudiantes en un mundo en constante cambio. Porque en lugar de centrarse únicamente en mejorar las puntuaciones en pruebas estandarizadas como el ERCE, la reforma educativa debería enfocarse en desarrollar las habilidades y destrezas necesarias para que los estudiantes prosperen en un mundo globalizado, complejo y cambiante.
La reforma educativa en Colombia debe ir más allá de la administración y la logística. Se necesita un cambio de paradigma que coloque en el centro del proceso educativo el aprendizaje integral de los estudiantes, su desarrollo personal y su preparación para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
Entonces tanto Fecode, los demás sindicatos de trabajadores de la educación, las instituciones educativas y la sociedad en general nos hemos preguntado ¿Qué tipo de sociedad queremos construir en Colombia? ¿Qué habilidades y destrezas necesitan los estudiantes para tener “éxito”, bienestar en esa sociedad? ¿Cómo podemos reformar la educación para que sea más relevante, significativa y equitativa para todos los estudiantes?
Es decir, el centro está también en el sujeto que educamos. No sólo en el educador.
