En un hecho histórico para el departamento, se ha logrado un acuerdo trascendental entre el Gobierno Nacional y las comunidades étnicas representadas por ACONC (Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca).
Por Angie Castillo El Nuevo Liberal
Tras días de bloqueos en la Vía Panamericana, una vía crucial que conecta a la región, finalmente se ha restablecido el tránsito gracias a intensas negociaciones lideradas por la vicepresidenta Francia Márquez, reconocida líder afrodescendiente y defensora de los derechos humanos y ambientales.
El acuerdo, que fue gestado en un diálogo fructífero entre el Gobierno Nacional, representado por altos funcionarios como el ministro de Interior Luis Fernando Velasco y el secretario de Gobierno del Caucano Miller Hurtado y las comunidades étnicas del Norte del Cauca, establece compromisos concretos para garantizar los derechos y las garantías de estas poblaciones.
Uno de los puntos clave del acuerdo es el reconocimiento y respeto a la diversidad étnica presente en el departamento. Se subraya la importancia de construir sobre un territorio sin afectar a la comunidad en general, respetando así tanto las tradiciones culturales como el medio ambiente. Este compromiso no se limita únicamente a las comunidades afrodescendientes, sino que se extiende a los pueblos indígenas, campesinos y otros sectores presentes en la región.
En palabras del gobierno, se destaca que no se firmarán nuevos acuerdos, sino que se recogerán y cumplirán aquellos compromisos que ya están establecidos en el plan de desarrollo y el plan de Buen Vivir. Se enfatiza la disposición del gobierno para dialogar en cualquier lugar de Colombia donde sea necesario, sin necesidad de bloqueos que afecten a la población en general.
Por su parte, ACONC y las comunidades étnicas del Norte del Cauca celebran este acuerdo como un paso significativo hacia el reconocimiento y la garantía de sus derechos ancestrales.
El desbloqueo de la Vía Panamericana representa más que la apertura de una ruta vital para el comercio y la movilidad regional. Es un símbolo de diálogo, respeto y cooperación entre el gobierno y las comunidades étnicas, sentando las bases para una convivencia pacífica y justa en el Norte del Cauca.
