La procesión en honor al Niño Jesús de Praga en el Santuario de Popayán es importante porque representa la tradición y devoción de los fieles, permite elevar plegarias por la paz y bendiciones, fomenta la unión y el encuentro entre los creyentes, y brinda protección y amor a los devotos.
Por Angie Castillo/ Redacción El Nuevo Liberal
El 28 de enero se llevó a cabo en Popayán la novena en honor al Niño Jesús de Praga. El evento contó con la presencia de los Carmelitas Descalzos Fr. Freddy Garzón Flores y Fr. Julio Ernesto López Ceballo, provenientes de la Iglesia del Templete.
El Santuario de Popayán es considerado el santuario más importante del Niño Jesús de Praga en América Latina, y su belleza ha atraído a numerosos devotos de toda Colombia y otros países.
La procesión fue un éxito y estuvo acompañada por fieles de diferentes lugares como Buenaventura, Tumaco, Pasto, Bogotá, Santander, el norte de Santander, el Huila y otros departamentos del país. Durante la procesión, los participantes elevaron sus plegarias por la paz de Colombia y del Cauca y también solicitaron lluvias para el territorio, siguiendo la rogativa de sus obispos.
El señor Orlando Martínez, responsable de coordinar la devoción al Niño Jesús de Praga en Popayán, destacó la larga tradición de esta devoción en la ciudad, que inició años atrás en las Carmelitas del Ecuador. A lo largo de los años, esta devoción ha crecido significativamente, atrayendo a fieles de Cali, Palmira y otros lugares cercanos.
La procesión y la devoción al Niño Jesús de Praga han traído muchas bendiciones tanto a Popayán como a toda Colombia y el mundo entero. La ciudad se destaca por su gente hermosa, piadosa y llena de fe, siendo el santuario un lugar de encuentro para los fieles que buscan la protección y el amor del Niño Jesús de Praga.
La novena en honor al Niño Jesús de Praga en el Santuario de Popayán fue un evento exitoso y con gran participación de devotos provenientes de diferentes partes de Colombia. La procesión fue una manifestación de fe y amor, en la que se elevaron plegarias por la paz y se pidió la bendición del Niño Jesús de Praga tanto para la ciudad como para el país.
