viernes, julio 5, 2024
No menu items!
spot_img

Nuestro cerebro

Por Hugo Cosme Vargas – hacv@unicauca.edu.co

Un niño cuando nace puede hacer procesos tan complejos como llorar o coordinar la succión y la respiración, lo cual consigue realizar porque está dotado de un órgano prodigioso que, después de dos millones de años de haber aparecido en África con el género Homo, aún no hemos podido conocerlo. Uno de los sistemas humanos más admirable es el nervioso, cuyo comandante supremo es el cerebro, capaz de generar hoy, según Google y Harvard, muchos terabytes de información que apenas estamos empezando a conocer, justo cuando el hombre, paradójicamente, está empeñado en desarrollar la inteligencia artificial. ¿Quién nos entiende?

Del género Homo fueron apareciendo en la historia universal varias especies, entre las cuales la Sapiens fue la única que sobrevivió, dejando atrás a otras como la Neandertal que también tenía un cerebro tan grande como el nuestro. Dice Yuval Noah Arari, extraordinario historiador, que un mamífero de 60 kilos tiene un cerebro de 200 centímetros cúbicos, mientras que el hombre moderno dispone de uno de 1300, que nos da grandes ventajas sobre los demás seres vivos. Pero entonces, no fue sólo el tamaño del cerebro lo que nos hizo reyes en el mundo sino el “lenguaje” que logramos ensamblar con el paso de los años. Esto permitió que aparecieran nuevas formas de pensar y comunicarse, lo cual produjo la “revolución cognitiva”.

Desde hace 500 años la comunidad científica nos ha enseñado que el cerebro tiene dos hemisferios, varios lóbulos y millones de células con conexiones que generan los movimientos voluntarios, el lenguaje articulado, las sensaciones acústicas y visuales, la conservación y evocación de las sensaciones percibidas, el juicio y la conciencia, entre cientos de funciones neuronales. Pero no se ha podido mapear hasta ahora esa red intrincada de caminos y conexiones, ni menos descubrir sus tareas. Gracias a los científicos de Google, Harvard y del laboratorio Lichtman de Estados Unidos, se acaba de iniciar esta tarea.

Por primera vez, decidieron estos sabios estudiar un tejido extraído de la corteza cerebral de un hombre fallecido con epilepsia, pero lo extraordinario aquí es el tamaño minúsculo de la muestra estudiada: un milímetro cúbico, es decir un milímetro de ancho, uno de largo y uno de alto, en la cual se encontraron 57000 células, 230 milímetros de vasos sanguíneos y 150 millones de conexiones cerebrales, todo lo cual arrojó 1400 terabytes de datos para conocimiento de la humanidad. ¡Algo gigante que debemos difundir!

Pasarán muchos años para poder entender esta valiosa información que nos está entregando un milímetro cúbico de cerebro, y cientos de años para lograr abarcar lo que se produce en el resto de este órgano, es decir que seguimos desconociendo su capacidad, sin embargo, ya empezamos a crear otro “cerebro artificial”, representado en la inteligencia artificial-AI-, que ya nos desborda con lo poco que se ha avanzado. Si con la fracción de uno hemos sido capaces de construir las armas más mortíferas de la historia universal, de escalar guerras atroces por cualquier motivo y dañar nuestro planeta tierra, ¿qué les depara a las futuras generaciones el almacenamiento de una mega información en dos super cerebros?

DEJA TU COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

ARTICULOS RELACIONADOS

NOTAS DE INTERÉS

- Publicidad -spot_img

Comentarios recientes

Carlos Alberto Manrique Barrios en Colombia: Un País Festivo
Francisco samboni en Las formas de la adivinación
Diana Bolena Sánchez hoyos en Adán y la primera vez
César Augusto en Filosofía de los Afectos 7
Alvaro Diaz en Madre, en tu día
Fernando Acosta Riveros en Mujeres en el siglo XXI
El Liberal en Loro Orejiamarillo
ALVARO EFREN DIAZ SEDANO en Loro Orejiamarillo
David Fernando Fernández Montilla en Las araucarias mueren de pie
Carlos Alberto Manrique Barrios en Mesa de dialogo de la Cultura y el Turismo en Popayán
Fany bolaños en Majan