Ante la creciente ola de violencia en el departamento del Cauca, la senadora Paloma Valencia ha propuesto cambiar el nombre de la región a ‘Caucajistán’ como una medida para captar la atención presidencial. La senadora denuncia casos reiterados de robos, homicidios y otros hechos de inseguridad en la zona, instando al presidente a tomar medidas urgentes.
Por Daniela Mondragon,El Nuevo Liberal
La senadora Paloma Valencia, nacida en Popayán, capital del departamento del Cauca, ha propuesto una medida inusual para llamar la atención del presidente sobre la creciente ola de violencia en la región: cambiar el nombre del Cauca a ‘Caucajistán’. Esta propuesta ha generado polémica y debate en el país.
Valencia, representante del Centro Democrático, ha denunciado reiterados casos de robos, homicidios y otros actos de inseguridad en el departamento del Cauca, según informes locales. En un video compartido en redes sociales, la senadora reveló testimonios impactantes de residentes del Cauca que describieron la grave situación de violencia en la zona.
Uno de los testimonios, proveniente del municipio de Piendamó, relata cómo la inseguridad ha llegado a tal punto que comerciantes locales han sido víctimas de homicidio. Los residentes expresan su preocupación por la situación, describiendo casos de robos a mano armada y violencia callejera que han dejado a la comunidad en estado de temor constante.
La propuesta de cambiar el nombre del Cauca a ‘Caucajistán’ busca llamar la atención del presidente y de las autoridades nacionales sobre la urgencia de abordar la situación de violencia en la región. Valencia argumenta que mientras el presidente Gustavo Petro debate problemas en Medio Oriente, se olvida de regiones como el Cauca, que han sido gravemente afectadas por la violencia durante años.
Sin embargo, la propuesta ha generado reacciones encontradas, con algunos criticando la idea como una medida superficial que no aborda las causas profundas de la violencia en el Cauca. Otros han apoyado la iniciativa como una forma de resaltar la urgencia de atención hacia la región por parte del gobierno central.
En medio de la controversia, la violencia persiste en el Cauca, y los residentes continúan enfrentando el desafío de vivir en un entorno marcado por la inseguridad y el temor constante.
