Tras 27 años de la masacre de El Aro, 35 familias campesinas reciben títulos de propiedad de sus tierras. La Agencia Nacional de Tierras (ANT) entregó más de 800 hectáreas de tierra a las familias víctimas del paramilitarismo. Este hecho histórico representa un paso crucial en la reparación del daño causado por el conflicto armado en Colombia. El Gobierno Nacional está comprometido en la implementación de la política de restitución de tierras para la construcción de paz y la reconciliación en el país.
POR: REDACCIÓN EL NUEVO LIBERAL
En un acto cargado de simbolismo y esperanza, la Agencia Nacional de Tierras (ANT) entregó este viernes títulos de propiedad sobre más de 800 hectáreas de tierra a 35 familias campesinas víctimas de la masacre de El Aro, perpetrada por paramilitares en 1997.
Este hecho histórico marca un paso crucial en la reparación del daño causado por el conflicto armado en Colombia y representa un reconocimiento al tesón y la resiliencia de las comunidades que han sufrido los rigores de la violencia.
El 22 de octubre de 1997, un grupo de paramilitares irrumpió en el caserío de El Aro, ubicado en el norte de Antioquia, y asesinó a 15 personas, incendió 42 viviendas y desplazó a más de 1.400 personas.
Las familias que hoy reciben los títulos de sus tierras habitaban la zona en aquel entonces y fueron testigos y víctimas de la barbarie. Durante años, han luchado por recuperar sus predios y obtener el reconocimiento de sus derechos como víctimas del conflicto.
La entrega de los títulos de propiedad representa un nuevo comienzo para las familias de El Aro. Con estos documentos, podrán acceder a créditos, asistencia técnica y otros programas gubernamentales que les permitirán fortalecer sus proyectos productivos y mejorar su calidad de vida.
Este acto también envía un mensaje de esperanza a las miles de víctimas del conflicto armado en Colombia que aún esperan recibir reparación y justicia. El Gobierno Nacional, a través de la ANT, está comprometido en la implementación de la política de restitución de tierras, un proceso fundamental para la construcción de paz y la reconciliación en el país.
Tulio Mejía, líder comunitario de El Aro y uno de los beneficiarios de la entrega de tierras, expresó su emoción y agradecimiento al recibir el título de propiedad de su predio. “Esto es un sueño hecho realidad”, dijo Mejía. “Después de tantos años de lucha, por fin podemos decir que tenemos un pedazo de tierra que nos pertenece”.
La entrega de títulos de propiedad a las familias de El Aro es un recordatorio de que la memoria de las víctimas del conflicto armado no debe ser olvidada. Es un compromiso del Estado colombiano para trabajar por un futuro en el que la paz y la justicia sean una realidad para todos.
La comunidad de El Aro celebra este logro con gran alegría y esperanza. Es un paso importante hacia la reconstrucción de sus vidas y la construcción de un futuro mejor para las próximas generaciones.
Fotos ANT
