martes, julio 2, 2024
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Señor mío y Dios mío!

Por Pbro Jesús Fernando Vega Muñoz

Dios nos ama a todos no importa nuestras faltas Dios siempre nos ama, es misericordioso y de su costado salen esos rayos de misericordia.

Señor mío y Dios mío dijo Tomás y así decimos todos nosotros cada día que vamos a la santa Misa, su misericordia es más grande que nuestros pecados.

Dios quiere que nos acerquemos a Él por medio de la oración y las buenas obras de misericordia.

Dios quiere que recibamos su Misericordia y por medio de nosotros la podamos llevar a los demas

Bienaventurados los misericordiosos por que ellos alcanzarán misericordia ” (Mt 5:7)

El Señor nos dice en su evangelio sean misericordiosos como nuestro padre Dios es misericordioso Qué bueno que podamos tener misericordia de los demás, abrir el corazón a nuestros hermanos, y no solamente con las personas que nosotros conocemos sino también con nuestros propios familiares porque muchas veces entre la misma familia no somos misericordiosos y nos tiramos los unos a los otros y peleamos por una herencia y muchas veces lo digo desde la experiencia nos damos la espalda entonces de qué nos sirve decir que soy misericordioso con mis hermanos que están afuera y no soy misericordioso con la misma familia y muchas veces les doy la espalda en los momentos cuando ellos más lo necesitan

Hoy es el día de la Misericordia divina pero así mismo Hoy es el Día de yo poder decir tengo misericordia así como Jesús tiene misericordia de mí

El Papa Francisco decía “Si nuestros corazones se abren a la misericordia, si sellamos el perdón con un abrazo fraterno, proclamamos ante el mundo que es posible vencer el mal con el bien”

Así como dice el Papa Francisco debemos vencer el mal a fuerza de bien y por eso debemos aplastarle la cabeza a la antigua serpiente haciendo siempre el bien sin mirar a quién Incluso en nuestra propia familia siempre lo diré porque es ahí donde inicia la misericordia y también conmigo mismo siendo misericordioso conmigo mismo porque muchas veces me doy golpes y no me perdono y siempre estoy recordando el pasado Sin ser misericordioso conmigo mismo y eso es importante para nosotros que tengamos misericordia con nosotros mismos para así poder tener misericordia también con los demás con mis amigos, con mi familia, con mis amigos y con toda la humanidad

Acerquémonos a Jesús toquemos sus llagas como lo hizo Tomás pero no solamente las llagas de Jesús sino las llagas de nuestros hermanos de los nuevos cristos que hoy están sufriendo a causa de que no tenemos misericordia de ellos y muchas veces lo señalamos y acabamos con su vida

Que la misericordia de Jesús invada nuestros hogares, nuestros corazones, nuestra comunidad para así, podré Mostrar el rostro misericordioso de Dios aquellos que se acercan cada día a mí

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