Nuevo episodio de violencia con disparos a un trabajador del Ingenio azucarero en el Norte del Cauca y la Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar denuncia y exige acciones contundentes del gobierno nacional y la Fiscalía General de la Nación
Por REDACCIÓN EL NUEVO LIBERAL
La Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar (ASOCAÑA) ha levantado una enérgica denuncia tras un nuevo episodio de violencia en el norte del Cauca, donde un trabajador de un ingenio azucarero resultó herido en un ataque armado mientras desempeñaba sus labores en un cultivo de caña en la zona rural de Padilla.
El incidente ocurrido en la mañana de este miércoles dejó al trabajador, quien forma parte del área de seguridad del ingenio, herido por disparos realizados por individuos desconocidos, supuestamente mientras intentaban robar caña del predio. Afortunadamente, el trabajador se encuentra recibiendo atención médica y su recuperación avanza de manera satisfactoria.
Claudia Calero, presidenta de ASOCAÑA, expresó una profunda preocupación ante este nuevo episodio de violencia, destacando que este acto no solo pone en riesgo la vida y la seguridad de los trabajadores del campo, sino que también vulnera sus derechos fundamentales, como el derecho al trabajo y a la libre movilidad. Asimismo, manifestó su solidaridad con el trabajador herido y su familia en estos momentos difíciles.
Este ataque se suma a una serie de actos violentos que han afectado a los trabajadores del sector en el último año, con un saldo lamentable de asesinatos, heridos y secuestros en la región del Cauca y Valle. Ante esta situación, ASOCAÑA hace un llamado urgente al Gobierno Nacional y a la Fiscalía General de la Nación para que se garantice la vida y los derechos de quienes habitan en el norte del Cauca, así como para que se realicen las investigaciones necesarias que conduzcan a la justicia en cada uno de estos casos.
En un momento en el que la violencia amenaza la integridad y el desarrollo de la región, ASOCAÑA reafirma su compromiso con la seguridad y el bienestar de los trabajadores del campo, quienes día a día contribuyen al progreso de sus familias, comunidades y del país en su conjunto. La sociedad no puede permitir que el miedo se convierta en la norma para quienes se esfuerzan por labrar un futuro mejor para todos.
