En un paso significativo hacia el fortalecimiento del sector cultural, la Asamblea Departamental del Cauca ha incluido la política pública de Cultura como meta en el Plan de Desarrollo Departamental, ahora toca diseñarla, formularla, pero esta decisión además de los artistas y gestores culturales, debe definirse es para el desarrollo cultural de toda la gente del Cauca y por eso debe ser incluida en esa formulación de la política. Por eso es necesario preguntarse: ¿para qué le sirven las políticas públicas a la cultura? y ¿por qué es necesario hacer políticas públicas en cultura? Para abordar estos interrogantes, he tenido que recurrir a voces expertas como Jesús Martín-Barbero y Antanas Mockus, Sus perspectivas nos ofrecen un recorrido variado sobre la importancia y el impacto de las políticas culturales.
¿Por qué Antanas Mockus? Porque el modelo desarrollado por Antanas Mockus es para mí la experiencia cultural más importante de Colombia y de América Latina en los últimos años. Es necesario recordar que Antanas cambió la percepción que los bogotanos tenían de su ciudad. Antes de su gestión, las directrices de la UNESCO eran una de las pocas guías disponibles. Sin embargo, la experiencia de Mockus superó estas referencias al transformar radicalmente la percepción que los bogotanos tenían de su ciudad. En una época en que el descontento y la desilusión eran comunes. Mockus mediante actos simbólicos, logró cambiar las concepciones éticas de los ciudadanos.
Un ejemplo emblemático de su impacto fue la reforma del tráfico en Bogotá. A través de medidas aparentemente ingenuas, como la introducción de mimos para regular el tráfico, la Ley Zanahoria, entre otras, Mockus logró una transformación cultural significativa. Destinando más del 40% del presupuesto de la ciudad a la educación, creó una cultura ciudadana que se convirtió en un modelo paradigmático no solo en América Latina, sino en el mundo entero. Su enfoque en la cultura como eje central de su administración demostró que las políticas públicas pueden reconfigurar el tejido social y urbano.
Y la visión de Jesús Martín-Barbero, una figura prominente en los estudios de comunicación y cultura, aporta una perspectiva crítica sobre el papel democratizador de las políticas culturales. Según Martín-Barbero, estas políticas son esenciales para que la sociedad reconozca y celebre su diversidad. Sin un marco de políticas públicas, la cultura corre el riesgo de ser marginada, privándola del apoyo necesario para desarrollarse y contribuir al bienestar colectivo. Martín-Barbero subraya que las políticas culturales no solo posibilitan la existencia y operatividad del sector cultural, sino que también aseguran su impacto en la sociedad. Al regular y promover la cultura, estas políticas se convierten en vehículos para la creatividad, la democracia, la ciudadanía cultural, la diversidad de identidades y la equidad en la distribución de recursos y acciones públicas.
Así entonces, la política pública de Cultura en el Plan de Desarrollo Departamental del Cauca es, un paso crucial puesto que las políticas promueven una sociedad más creativa, diversa y equitativa, donde la cultura puede desempeñar un papel central en el desarrollo y la cohesión social.
