viernes, julio 5, 2024
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Acercando metas

Por: Astrid Villa Doria

Si deseas ser tu mejor versión hay cosas que debes soltar les comparto algunas que he ido cambiando yo también:

Perfeccionismo: las cosas no siempre tienen que ser tal cual las planeas. A veces la vida tiene un mejor plan, así que fluye.

Cuestionar cuanto crees que vales: Pensar que eres menos que los demás porque no tienes o tuviste esto o aquello. Creer que hay personas que merecen más el dinero que tú solo porque no eres bueno con los negocios, no sabes manejar tu sueldo o porque no eres el favorito de tu jefe.

Tratar de solucionarle la vida a los demás: cuando te haces cargo de la vida de alguien más, anulas tu vida y la del otro.

¿Cómo ves a la mejor versión de ti? ¿Cómo es la persona que deseas ser? ¿Cómo piensa? ¿Cómo habla? ¿Cómo actúa? ¿Cómo gana dinero? ¿Cómo cuida de sí? Define como es esa persona y comienza a SENTIR como ella lo haría desde hoy. Al sintonizarte con la emoción correcta podrás actuar en consecuencia con lo que deseas y por lo tanto hacerlo realidad.

Hay un dicho algo popular que dice “Lo que fácil llega, fácil se va”, Esa idea implica que sólo es valioso lo que nos llega como resultado del sacrificio, el esfuerzo y el trabajo duro.

No sé cuántas películas de Hollywood basadas en la vida real tratan sobre aquellas personas que sufren muchos para lograrlo todo. Me parte el alma ver “En busca de la felicidad” por ejemplo. Ese tipo de historias nos hacen creer que hay un “plus” en obtener algo cuando se gana por medio del sacrificio. Si algo llega con poco esfuerzo entonces no es valioso.

Creo que en vez de inspirarme me hace pensar en lo difícil que es la vida, cómo el mundo parece un lugar hostil y mezquino.

Ese tipo de películas ya no me gustan. Me bajan de energía y me hacen llorar. Sé que el mundo no es rosa, pero tampoco es oscuridad. Es un 50/50.

Es como cuando ves un reality y terminas apoyando al participante más “humilde” en vez de elegir al más talentoso porque ha sufrido más y necesita más el dinero.

Nos han enseñado a través de la religión y nuestra cultura que hay que trabajar duro para obtener lo que sea: dinero, títulos, posiciones, empleos, y hasta el amor de la vida. Parece que si no hay “sudor y lágrimas” no vale el premio. Sino trabajamos duro entonces no merece el reconocimiento la celebración o el premio.

Creo que por eso la gente critica a las mujeres bonitas o las personas ricas porque creen que todo ha sido más fácil para ellos. Cuantas veces usas la palabra sacrificar, trabajar duro, luchar, como si todo en la vida tuviese que ver con esfuerzo.

¿Tú también lo crees? Pues yo no. No lo considero verdad y tampoco lo considero beneficioso en mi vida. Yo quiero hacer de lo que me gusta. Cuando disfrutas lo que haces, no parece un esfuerzo o un sacrificio. Se vive de verdad.

Desconéctate de la idea del esfuerzo. Cambia decir “vale la pena” por la “vale la diversión”. Ábrete a la idea de que todo es fácil para ti y que es igual o más valioso que aquello se consigue desde el esfuerzo.

Por otro lado, aunque tengamos muchos años encima, hay vínculos que son difíciles de soltar que nos ponen en deuda emocional con otras personas o con nosotros mismos. Por ejemplo, cuando dices que les vas a dar a tus hijos lo que tú no tuviste, vives en deuda emocional con tu niño interior, aquel que quizás creció en un ambiente con limitaciones económicas. Estás tratando de darle a él o ella a través de otro(s) lo que crees “debió ser” tu vida. Inclusive puede ser que ahora gastes sin control por ese mismo deseo de pagarle a tu niño del pasado lo que siempre quisiste y no tuviste.

Lo más común entre mis pacientes es que se sienten responsables por cada miembro de su familia. Sienten que solo ellos pueden hacer, pagar y darle a su familia lo que ellos mismos no han podido darse y compran una vida que no es de ellos. Entonces le quitan responsabilidad a sus propios padres o hermanos porque no creen que sean capaces de lograrlo.

Las deudas físicas (con bancos, prestamistas, casas de empeño, etc.) son primero deudas emocionales (porque como es adentro es afuera). Las deudas son el producto del mal manejo del dinero, pero la mala administración del dinero proviene de la mala administración de tus emociones pasadas. Cuando eres capaz de entender y procesar lo que estás sintiendo, de entender que NO LE DEBES NADA A NADIE entonces en ese momento eres capaz de detener el ciclo de la deuda y de desperdiciar dinero.

¿Por qué te vives endeudando? Porque estás en función de ganar y gastar dinero para alguien más que no eres tú o ya no eres tú (tu yo pasado). Así que si quieres acabar con tus problemas económicos de raíz pregúntate ¿Con quién me siento en deuda, a quién creo debo hacer feliz o por quién me siento responsable?

De esta manera cada vez nos vamos acercando más a nuestra mejor versión, es un trabajo arduo que implica el estar autoevaluándonos, constantemente pero no desde el ego, es mejor como observadores sin juzgar ni criticar ya que lo que logramos en su momento es realmente perfecto para nosotros.

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