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Diseña tu proyecto de vida

Por Astrid Villa Doria

En algún momento de nuestras vidas, todos hemos tenido sueños. Sin embargo, con el pasar de los años son pocos los que sienten que cuentan con un proyecto de vida, capaz de guiarlos hacia su realidad soñada.

Pasamos mucho tiempo pensando y hablando de lo que soñamos. Pero pocos damos pasos para realmente lograr esos sueños. Y no, muchas veces no es porque seamos perezosos, o el miedo nos haya ganado la partida; sino porque simplemente no sabemos por dónde empezar.

En resumen: nos sentimos perdidos porque realmente no tenemos un plan de vida.

Un proyecto de vida es un plan a largo o mediano plazo, resumido en un documento en el que se detalla en qué tipo de persona te quieres convertir, las metas que quieres lograr, cómo lo vas a conseguir y qué necesitas para hacerlo.

Sirve para crear una guía o manual por escrito, que nos ayude a colocar nuestros pensamientos y sueños de forma coherente y ordenada, de forma tal que podamos visualizarlos más fácilmente y entendamos que en realidad sí es posible lograrlos, siempre y cuando nos concentremos en seguir el plan y trabajar en él.

No necesariamente. Tener un proyecto de vida puede ser una herramienta útil para ayudar a las personas a establecer metas y objetivos a largo plazo y trabajar hacia ellos de manera organizada y coherente.

Sin embargo, el éxito y la felicidad dependen de muchos factores y no solo del hecho de tener un plan de vida escrito en papel. Además, es importante tener en cuenta que tener un proyecto de vida no nos garantiza que todo va a salir a la perfección.

No podemos evitar que sucedan eventos inesperados que quizá puedan afectar nuestros planes, o tal vez nosotros mismos en 5 o 10 años cambiemos de parecer y queramos algo distinto.

Tampoco debemos olvidar que, aunque la vida nos presente retos, no significa que debamos olvidarnos del plan y empezar a vivir a la deriva. Simplemente, en el momento en que algo de eso pase tendremos que revisar nuestro proyecto de vida y hacer los cambios necesarios para solucionar el problema, que puede incluir modificar una o varias de las metas anteriores.

Al final, lo que realmente importa es encontrar un equilibrio entre trabajar hacia nuestras metas con mente abierta y disfrutar del camino.

El objetivo de un proyecto de vida es tratar de sacarle el mayor provecho de las oportunidades que la vida nos presenta; además de acercarnos a aquellas metas, que nos ayudarán a crear nuestra vida soñada.

La mayoría de nosotros (y me incluyo, porque también lo hice por varios años) nos creemos listos, creativos, ambiciosos y valientes, pero no hacemos absolutamente nada para nuestro provecho con todo eso.

Gastamos muchísimo tiempo y energía en personas que no lo merecen, o en trabajos y actividades que realmente no nos interesan.

Son muy pocos los que se han puesto en la tarea de crear un proyecto de vida. Sí, es posible que hayas planeado convertirte en abogado y luego comprar una casa, o quizá pensaste en irte al extranjero por unos meses. Pero esto es solamente un aspecto de tu vida en general.

El problema de vivir a la deriva, no solo es que de esta forma no podremos alcanzar las metas que nos hemos propuesto, sino que siempre estaremos agobiados y estresados. Además, al pasar el tiempo, quienes viven así siempre terminan tristes y decepcionados con su realidad.

No basta con conocer cuál es tu propósito y crear tu proyecto de vida para llegar a ser feliz, sino que también es necesario desarrollar un proyecto de vida para ir tras esos grandes sueños. ¿Quién no quiere vivir una vida plena y llena de satisfacciones? Entonces, si eso es lo que deseas, ¿por qué no trabajar en ello?

La única forma de lograrlo, es empezar a planificar tu proyecto de vida ahora, sin importar en qué etapa de tu plan de vida pienses tú que estás. Trabajar en ello te alejará de las cosas y también de las personas que no te convienen, y te acercará cada día más a esas metas que necesitas obtener para alcanzar tus sueños.

Un proyecto de vida nos ayuda a internalizar y así poder visualizar un futuro en el que seamos felices y exitosos.

Con un proyecto de vida aumentamos nuestra confianza, autoestima y autoconocimiento, permitiéndonos ser claros con nosotros mismos y enfocarnos en satisfacer nuestras necesidades y en lograr nuestras metas de vida, además ayuda a evitar que tomemos malas decisiones y que desperdiciemos las oportunidades, reconociendo inmediatamente si las mismas encajan o no en nuestro proyecto de vida, nos ayuda a entender en qué cosas podemos aplicar nuestros talentos, aprovechándolos al máximo para obtener de ellos todos sus beneficios y los mejores resultados.

El tener un proyecto de vida claro disminuye en gran parte los sentimientos de culpa, angustia, estrés, ansiedad y tristeza, evitando también las posibles enfermedades que derivan de ellos, construir tu proyecto de vida, es una de las mejores inversiones de tiempo, para todo aquel que sienta que su vida no le llena.

Si es tu caso, te sugiero empezar a diseñar tu plan de vida hoy mismo, con la ayuda de los siguientes pasos:

EVALÚA TU SITUACIÓN ACTUAL

Inicia evaluando en qué situación o etapa de tu proyecto de vida te encuentras en este momento. Haz una lista de todas las áreas que tienen importancia para ti (en orden de prioridad) y califica el porcentaje de satisfacción que sientes con cada una de ellas.

Por poner un ejemplo de proyecto de vida: si crees que estás 100% satisfecho con tu matrimonio o con tu trabajo, perfecto. Pero si sientes que tu nivel de salud está en un 75%, podrías tratar de mejorarla.

Te dejo una lista de posibles áreas que sería bueno evaluar:

Espiritualidad

Salud

Familia

Relación amorosa

Amistades

Estudios

Trabajo / Carrera

Finanzas

Cultura

Viajes

Antes de empezar a diseñar tu proyecto de vida, hazte todas las preguntas que creas necesarias y respóndelas con absoluta honestidad. Por ejemplo:

¿Cuáles son las cosas que deseas lograr?

¿En qué tiempo quieres alcanzar esas metas?

¿Cuáles son tus talentos?

¿Cuáles son tus valores?

¿Qué tipo de persona deseas llegar a ser?

¿Cómo quisieras que fueran tus relaciones personales?

¿Qué cualidades te gustaría desarrollar?

¿Cuáles son las cosas que más disfrutas hacer?

¿Qué traería más alegría y felicidad a tu vida?

¿Qué temas te preocupan?

¿Qué legado te gustaría dejar?

Si aún no tienes una idea clara de qué quieres hacer con tu vida, empieza por preguntarte cuáles son las cosas que realmente disfrutas y te hacen feliz. Y sin ponerte ningún tipo de limitaciones, imagina tu vida en un futuro y escribe todo lo que ves en tu plan de vida.

Si lo que ves es fama y fortuna, una gran familia, viajar por el mundo, tener tu propio negocio de turismo o vivir en una granja con muchos animales, está bien. Cualquier cosa que imagines es válida y posible de alcanzar si realmente lo deseas, diseñas un plan de vida congruente y te comprometes a la acción.

DATE PERMISO DE SONAR EN GRANDE

Seguramente tu historia personal está llena de historias y ejemplos de personas a tu alrededor que lograron cosas extraordinarias porque se atrevieron a soñar en grande.

Date el permiso de hacer lo mismo con tu proyecto de vida y recuerda: ¡El miedo ha matado más sueños de los que el fracaso jamás matará!

SE CREATIVO

Al diseñar tu proyecto de vida, trata de poner en práctica aquellas ideas que el miedo te dice son imposibles, pero que algo te dice que vale el intentarlo.

Y es que lamentablemente la mayoría de las grandes ideas quedan sin jamás ser ejecutadas, porque la mayoría de las personas no tienen el coraje, los recursos, el tiempo o el dinero para actuar.

ENFÓCATE EN LO QUE REALMENTE DESEAS

¿Has llegado a sentir que algo le falta a tu vida, aunque en teoría tengas todo lo necesario? Si la respuesta es sí, es posible que estés viviendo bajo el proyecto de vida de otra persona.

No importa que tan emocionalmente maduro seas, son muchas las ocasiones en las que permitimos que otras personas influyan o determinen nuestras elecciones; mientras tratamos de satisfacer sus expectativas o envidiamos la vida del vecino.

Para recuperar las riendas y pasión por tu propio plan de vida, primero deberás adueñarte de tus elecciones; así que enfócate en lo que realmente deseas, no en lo que otros esperan de ti.

DEFINE TUS OBJETIVOS

No solo basta con saber qué es lo que queremos lograr con nuestro proyecto de vida, sino que es necesario entender cómo vamos a cumplir esas metas. Si lo que quieres es ser cantante, probablemente debas estudiar música o tomar clases de canto, baile y/o presencia escénica.

Establecer objetivos a corto plazo te ayudará a acercarte cada vez más y alcanzar las metas que plasmaste en tu proyecto de vida.

Incluso puedes establecer retos diarios, tales como levantarte temprano, ejercitarte por 30 minutos antes de empezar a trabajar, comer un desayuno saludable, avanzar en un proyecto específico en el trabajo, cenar todos los días en familia, leer artículos sobre motivación antes de dormir, etc.

DETALLA CADA PASO

Es muy importante que cada uno de nuestros objetivos esté escrito de la forma más clara posible en nuestro proyecto de vida.

Por ejemplo, querer estar en forma no es lo mismo que decir que a partir de hoy, todos los días vamos a hacer ejercicio y a comer saludablemente. Si somos claros con cada una de las cosas que pretendemos hacer, estaremos comprometidos a cumplirlas.

CREA UN PLAN DE ACCIÓN

Las metas que has establecido para tu proyecto de vida deben estar divididas en objetivos a pequeño, mediano y largo plazo, que pueden estar clasificados en logros diarios, semanales, mensuales y hasta anuales. Eso nos ayudará a mentalizarnos y entender que es posible alcanzar nuestros sueños, pero que eso no será de forma inmediata y mucho menos sin esfuerzo.

También hay que poner una fecha tope para cumplir esos objetivos, porque de nada sirven los sueños si no tomamos las acciones necesarias para cumplirlos.

Lastimosamente, mucha gente pasa su vida planeando las cosas y jamás ejecutan, así que comprométete con tus objetivos y ve tras cada uno de ellos.

EMPIEZA POR EL FINAL

Puede parecer contradictorio planificar tu Proyecto de vida hacia atrás en lugar de hacia adelante, pero el planificar nuestra vida a partir del resultado esperado, puede hacernos más fácil establecer los pasos para lograr el fin deseado.

PRIORIZA

Prioriza los pasos más importantes para ejecutar tu proyecto de vida, seleccionando primero aquellas pequeñas metas que te acercarán a los grandes objetivos.

MANTÉN EL ENFOQUE

Seguramente ya sabrás lo difícil que es enfocarnos en nuestro proyecto de vida cuando la rutina nos atrapa, y por tal motivo es imprescindible que siempre nos mantengamos apuntando hacia las cosas que queremos obtener. Haz (al menos) una revisión mensual de tu plan de acción y monitorea el progreso que has logrado dentro de cada objetivo.

Para motivarte a continuar, también puedes establecer recompensas por cada propósito que logres completar dentro de tu plan de vida y si ves que algo no está funcionando, cambia la estrategia, y si en algún momento en el camino sientes que esa meta que en un principio te propusiste ya no te interesa ni encaja en tu proyecto de vida, no lo dudes y cámbiala por una que verdaderamente quieras alcanzar.

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